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lunes, 24 de agosto de 2015

Porterías guardadas bajo llave


Hubo mucho entretenimiento en el Emirates la pasada noche. Tanto Arsenal como Liverpool mostraron sus costuras (tanto buenas como malas) y se dieron golpes bastante duros, algo impropio del mes de agosto. Finalmente, nadie pudo inaugurar el marcador a pesar de las flaquezas defensiva en ambos conjuntos. Tanto Mignolet como Cech fueron el equilibrio de fuerzas que lograron mantener el 0-0.

Mientras Arsène Wenger repetía su 4-2-3-1 con Cazorla en la sala de máquinas, Brendan Rodgers se veía obligado a reformar su dibujo y mostrar un 4-3-3. Lucas Leiva entraba en detrimento de Henderson como pivote mientras que Emre Can y Milner eran sus escuderos. Arriba, la novedad era el flamante fichaje Roberto Firmino. El balón estuvo durante la mayor parte del tiempo entre los pies de los gunners, sin embargo las fases de dominio fueron repartidas. A pesar del balón que estrelló Philippe Coutinho en el larguero en el minuto 2 de partido, el Arsenal agarró la pelota y comenzó a empujar hacia arriba bajo la batuta de Mesut Özil. El futbolista alemán, que partió como teórico mediapunta, comenzó a agitar todo el circuito asociativo de su equipo. Caía a los costados, dibujaba triángulos para hacer superioridades, la soltaba con ritmo y echaba ese sprint corto e intenso para buscar un espacio por delante. El Arsenal adquiría fluidez aunque no lograba finalizar sus jugadas durante el primer acto. Mientras tanto, el Liverpool se agarraba a Christian Benteke y al contragolpe. En cuanto al foco de peligro que supuso el belga, todo vino a raíz de su poderío en el juego directo. El equipo no agarró demasiadas segundas jugadas a pesar de que el ex del Villa superó con creces a un blandísimo Chambers. El Liverpool no ganó demasiadas segundas jugadas pero obligaba al Arsenal a juntar líneas y con ello se facilitaba la presión alta de los reds. Esto benefició el nacimiento del segundo foco de peligro por parte del Liverpool: su contragolpe. En este contexto, Lucas Leiva volvió a mostrar su importancia por la especificidad de sus cualidades: un mediocentro ancla de buenos conceptos defensivos. El brasileño presionó hacia adelante con eficacia y buena lectura en varias ocasiones, lo que supuso buenos contragolpes para los rojos. En este caso Coutinho cogió los mandos y comenzó a ser un cuchillo con sus verticales conducciones. A partir de su electricidad, el Liverpool creció y comenzó a inquietar a Cech, pero el portero respondió como un superclase: una parada en boca de gol y dos dedos salvadores ante el chut de Coutinho. El checo fue un auténtico muro en el primer tiempo. En el segundo, el guión cambió.

Petr Cech mantuvo el 0-0 a pesar de las buenas acometidas del Liverpool
Tras el descanso, los primeros compases del segundo tiempo tenían cierta similitud a lo acontecido en el primero, sin embargo, hubo varios matices. El primero y más importante fue que el Liverpool dio otro paso hacia atrás y alineó en la línea de su área 8-9 futbolistas. Mientras tanto, el Arsenal comenzó a combinar mucho mas cómodo a lo largo del encuentro y el volumen ofensivo del rival decayó. Los de Wènger comenzaron a dejar jugadas combinativas de mucha calidad cerca del área y a finalizar con más frecuencia. Martin Skrtel disipó el peligro en el punto de penalti hasta 7 veces pero fue Mignolet el verdadero apagafuegos, realizando dos intervenciones de mucho mérito. Al mismo tiempo, al Liverpool se le apagó la luz. Tanto Milner como Emre Can no tuvieron constancia en su juego y pocas veces lograron construir y dar el pase con ventaja a los atacantes, mientras que a Firmino y Lucas Leiva le flojearon las piernas a la hora de partido. Por ello, Jordan Rossiter entró para retener la pelota y sumar control al partido y Jordon Ibe para sumar desequilibrio desde la banda derecha. Los cambios no sufrieron el efecto deseado. En cambio, Arsène Wenger quiso decantar el partido a su favor con Oxlade-Chamberlain emparejándolo con el amonestado Joe Gomez y apunto estuvo de hacerlo con un centro envenenado que a punto estuvo de acabar en autogol de Skrtel.


FOTO PRINCIPAL: marca.com

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